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Conciliación social y Hostelería: sí, es posible

No es fácil convivir con el hecho de que, día a día, la jornada laboral del hostelero coincida con el momento de ocio de otras personas. Por eso, es importantísimo que tú, que trabajas en este sector, te cuides y protejas tu salud mental, pues es muy complicado -al menos a nivel de logística- alcanzar una posición de equilibrio entre tu puesto de trabajo y tu vida personal. A veces, en plena vorágine de la rutina, no caes en buscar alternativas y, por eso, hemos rescatado tres sencillas prácticas que tú como personal de hostelería, puedes seguir para cuidarte y cuidar tu calidad de vida.

1. Sé consciente de tus necesidades

Los horarios irregulares y los turnos largos en la hostelería pueden generar estrés y agotamiento. La conciliación social implica reconocer tus necesidades y encontrar formas de satisfacerlas dentro de tu horario. ¿Necesitas más tiempo para descansar? ¿Más tiempo para relajarte? Al identificar tus necesidades, podrás hacer ajustes y buscar soluciones que encajen dentro de tus horas de descanso. Esto puede incluir la planificación de momentos de descanso, la gestión de tu tiempo libre de manera más efectiva, y la toma de medidas para reducir el estrés en el trabajo.

2. Apóyate en los tuyos y busca aficiones saludables

Aunque tu horario te lleve a estar más desconectado de los demás, no dejes de buscarlos. Intenta organizarte de manera que, al menos una vez en semana, puedas ver a aquellas personas que te supongan un chute extra de energía y te ayudan a mantener un equilibrio en tu vida. Y, a veces, lo único que necesitas es estar con otros. Otras, en cambio, necesitas desfogar. Busca mantenerte en forma. Puedes ir al gimnasio, pero tu horario no siempre es compatible con esa opción; por eso, un paseo o una clase online de algún deporte también te pueden hacer mucho bien. No te sientas solo en tu búsqueda del equilibrio; asegúrate un apoyo en tu red de contactos más cercanos, y encuentra actividades que te hagan sentir bien contigo mismo.

3. La Tecnología puede ser tu aliada

Igual que te proponíamos apuntarte a clases online, puedes aplicar esto a otras esferas de tu vida. ¿Llegas por los pelos o tarde al supermercado? Haz la compra online. ¿No te da tiempo a pasear por tiendas? Compra online. ¿Quieres formarte? Apúntate a una academia online. ¿No puedes ir al cine? Suscríbete a una plataforma de streaming. Aprovecha la Tecnología para simplificar las tareas diarias y crear oportunidades para el aprendizaje y la relajación (y, sobre todo, para cerrar frentes que se te puedan abrir de manera innecesaria).

Lo más complicado de todos los hábitos que proponemos a lo largo de este post es empezar a llevarlos a cabo. Para poder hacerlo es necesario estar dispuesto a cambiar de mentalidad. Cualquier puesto de trabajo puede suponer un desafío para la salud mental por los motivos que sea, pero está en nuestra mano poner freno a toda aquella rutina que no aporte nada a nuestro bienestar.

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